La Gringa!!!!

Algo de mí al descubierto

sábado, junio 24, 2006

Yo también fui víctima de Televisa

Probablemente este post no me deje muy bien, pero las historias de mi blog son demasiado sinceras y esta es una de ellas.


Recuerdo que tenía 6 años, o menos, cuando ví mi primera telenovela. Contrario a todo pronóstico, ésta no era mexicana, sino más bien brasilera. Se llamaba "Felicidad" y recuerdo como si fuera ayer que el día que emitieron el último capítulo, lloré muchísimo.

En ese entonces probablemente no entendía muchas partes de la historia, mientras que otras me capturaban, lo que si era un hecho es que a las 5 de la tarde abandonaba mis barbies y me sentaba frente a la televisión a disfrutar de la historia como si fuera un cuento de hadas.

Mi abuela, una de las principales responsables de este vicio también era la responsable de cuidar la inocencia propia de la edad, por lo que cuando había una escena no apta para una niña, era la encargada de cambiar de canal, yo aún no entendía motivos, pero seguía la historia aún con aquellos cambios inesperados.

Seguía creciendo y exploraba nuevos mercados del género. A los 7 años ya había incursionado en telenovelas mexicanas, dicen por ahí que son las peores, tal vez por su similitud con una historia extraída de un cuento, en la que los buenos se casan y son felices para siempre hasta que la muerte los separe.

A esa edad precisamente eso era lo que me capturaba Caperucita, Pinocho y Los Tres Chanchitos eran historias pasadas, incluso las telenovelas creadas para niños como Carrusel o El Abuelo y yo me resultaban aburridas, tal vez porque ahí no habían malos que sepracen a los novios de la historia. Sí, esa era mi visión del género a los 7 años, pero la cosa fue empeorando conforme pasaban los años.

A partir de los ocho consumía ya todo tipo de telenovelas, las peruanas también me encantaban. Prueba de ello era que tuve que pedirle permiso a mi madre por una semana que me dejara ver Gorrión, telenovela protagonizada por Marisol Aguirie y Christian Meier que en ese entonces tansmitía Panamericana a las 9, hora en la que se suponía debería estar "soñando con los angelitos".

"Alcanzar una Estrella" fue una de las telenovelas juveniles que más disfruté, tenía 7 años y ya suspiraba con Erik Rubin y Ricky Martin, sabía las canciones de "Muñecos de Papel" y "Timbiriche", grupos de cartón que creaba la casa televisiva con el fin de promocionar sus producciones y que causaban furor entre las jovencitas ( y entre alguna que otra niña desubicada como yo).

No se puede decir que para ese entonces era una experta, pero a los 7, aún cuando aprendía a leer me encantaba comprar "Teleguía" y "Pantalla", recvistas de chismes en busca de noticias que a duras penas leía para saber un poco más de mis ídolos televisivos, que desde hace varios años habían dejado de ser Los Pitufos , Marco o cualquier dibujo animado.

El Canal cuatro era mi favorito, porque transmitía todas las telenovelas habidas y por haber, las cuales consumía, de manera preocupante diría yo. A los nueve años conocía nombres apellidos países de procedencia y parte de la vida de la mayoría de protagonistas de las lloronas y me daba el lujo de elegir cuales me gustaban y cuales no. Ya no las veía de manera ocasional, sino a diario y eran tan importantes como hacer mis tareas.

A los 11 la situación era preocupante. Le había pedido a la señora de la movilidad que me deje temprano en casa para poder llegar temprano a ver "La Mentira", la que es y ha sido mi telenovela favorita por toda la vida y de donde extraje a mi actriz favortia Kate Del Castillo. (Ok quedé como chancay de 5). Odiaba que la movilidad se demorara por recoger a algún critter y rogaba que el tráfico sea mi aliado para no perderme minutos que resultan interesantes. De más esta decir que al llegar a casa me olvidaba del almuerzo y del baño hasta después del final del capítulo.

Y asi fueron pasando los años, con varias telenovelas al día, un rpomedio de cuatro diarias, sin ningún tipo de exageración de por medio. Pero la situación fue grave durante mis últimos años escolares. El promedi oera grave, 7 eran las telenovelas que veía de todos los cortes y países y obviamente las grababa en vhs para verla en la madrugada y que me alcance el tiempo de no perder detalles.

Alcance el tope mientras estaba en 5t0 de secundaria. Para ese entonces llegaban a 150 la lista de telelloronas que había visto, peor en ese año me di cuenta que no estaba sola. El 70 por ciento de mi promoción escolar veían una telenovela juvenil llamada "El juego de la Vida" y no había nada mejor que ser la encargada de contarle a las adeptas seguidoras los detalles del capítulo que se habían perdido.

Cuando inicié la universidad, las cosas tuvieron que cambiar (ahora digo gracias a Dios) trataba de grabar algunos capítulos pero el tiempo no me permitía seguir una historia con la misma frecuencia que antes. Continuaba informandome del tema , ya podía disfrutar del canal Televisa desde mi televisor y consumía programas como "La Oreja", pero tenía que seleccionar solo alguna novela, dependiendo del tiempo disponible, que cada vez era menos.


Saliendo del túnel

Así es, gracias a Dios y a algunos amigos que me hicieron entrar en razón las cosas han cambiado, prefiero no prender mi televisión. Aunque sigo coleccionando revistas "Tv Novelas" que ahora me tengo que pedir desde México, digamos que en el mundo del espectáculo eso es válido (sino pregúntenle a Vale).

Aún a inicios de año me emocioné cuando incluyeron en la progrmación del cable el canal Telenovelas. Ahora me doy cuenta que no he tenido tiempo de seguir ninguna historia, y cuando lo tiempo prefiero escuchar música o leer algo más interesante.

Por momentos vuelve a mi ese vicio y trato de encender la televisión, pero ya no es como antes, poco a poco aguanto menos a los llorones, malvados, y niñas buenas que durante tantos años me tuvieron atontada.

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sábado, junio 17, 2006

Semana de Locos

Arriba morocha, que nadie está muerto, vamos a quitarle a esta vida
amarreta un ramo de sueños. Avanti morocha, no nos llueve tanto, no tires la
toalla que hasta los más mancos la siguen remando


Esta ha sido una semana memorable. Yo ya sabía lo que me esperaba, pero no sabía todo lo que me iba a pasar. Lo que me tenía más preocupada era al tesis, pero no hay que adelantarnos a los hechos.

El lunes entregué un trabajo que me pasé haciendo todo el fin de seamana y lo gracioso es que resultó que el trabajo era para el próximo 23...que distraída soy, pero lo entregué y hasta me gané unos puntos extra por extremadamente puntual.

Luego de ese día me centré en mi tesis , tenía 5 páginas y faltaban dos días para entregarla, era la nota que definitiría mi destino en el curso, el ciclo y hasta el taller del próximo ciclo. Me dispuse a salvar esta historia y lo logré luego de pasar toda la madrugada del jueves sin dormir. Cuando marqué imprimir sentí un gran placer y me gustaba escuchar la impresora mientras mi trabajo salia culinado.

Cuando el sonido terminó vi el reloj de la computadora, 8 y media de la mañana...tenía que ir de una vez a la ducha, mi cama seguiría tendida, hasta la próxima noche, pero lo había logrado. Ese mismo día mi cara era demasiado graciosa. Casi me quedé dormida en el micro y hasta aproveché media hora en la ofi y me animé a descansar.

Cuando llegué al cuerpo de bomberos Vale, a quien le había contado acerca de mi desvelada e incluso se había conectado horas antes para preguntar como iba mi trabajo, me espero con un gran abrazo confortante, pero yo preferí su hombro, para cerrar lo ojos hasta que comenzara el evento. El sueño quería salir de mi, pero yo hice todo lo humano para atraparlo.

A la salida solo una cosa podía reconfortarme, solo un lugar, y a ese lugar fuimos. Luis nos acompañó. Él ya sabe que es nuestro lugar favorito y hasta se ha acostumbrado a unirse a nosotros cuando compartimos la hora de almuerzo.

Dejavú

Llegué a clases minutos antes, teníamos taller de radio, así que Isa, Mar, Claudi y yo nos metimos en la isla de edición. Nos tiramos en el suelo mientras veíamos incrédulas nuestras tesis, dándole vueltas y vueltas a las hojas como si éstas fueran un trofeo de guerra.

En ese momento recordé todo el tiempo que compartíamos meses atrás, cuando otras eran nuestras oblgigaciones. No solo en las islas de edición, sino en las aulas y en la realización de trabajos y en las grasas compartidas, y en las trasnochadas, pero luego de haber olvidado todo eso en el tiempo lo recuperé esta semana como un dejavú que me hacía volver a momentos felices .

Ese mismo día era el cumple de Margot así que todas iríamos a su casa celebrar, como en los viejos tiempos de nuevo, y aunque mi cuerpo era un estropajo humano, no me podía permitir faltar a este día tan importante.

Una vez culminada la aventura de la tesis tomamos el primer taxi con destino a la casa de Mar, y cuando llegamos todos sus amigos y familiares estaban ahí. Con la mitad del cuerpo muerto aún podía disfrutar como si el cumpleaños fuera mío. Aún sonreía cuando Cami me abrazaba y accedía a que la cargue.

Nos sentammos afuera, hasta que el cuerpo me fue venciendo y el sueño me pasó la cuenta...así que una vez en la casa de Isa, previo sanguchón de 1 sol cincuenta (no pregunten de qué era la carne).

El viernes temprano me levanté y recordé que no había hecho un trabajo para esa noche. El trabajo era en grupo y ni Isa ni Mar, ni Clau tenían que tener una nota que no me recían por mi culpa así que hice algo que me preocupó toda la tarde, que sabía que estaba mal y que no iba a tener solución, pero que tenía que hacer si quería equilibrar la balanza.

Ya ni modo, el trabajo de releaciones públicas me tomó toda al tarde y luego recordé otra vez, cual dejavú, cuando meses atràs Isa Mar y Clau me apuraban con la ducha, la misma situación se repetía y otra vez corríamos para encontrar un taxi que nos permita llegar temprano a clases...y otra vez lo lográbamos como por arte de magia.

A la salida de clases quedamos en reunirnos el sábado para hacer un trabajo que falta...si otro más (y no es el último) así que una vez más me quedé a dormir donde Isa, claro que antes pasamos por "La ventanita de Petit Thouars", es decir fuimos por nuestra porción de grasa frente al Taco Tico. Isa, Mar yo comimos a nuestro gusto y luego otra vez donde Isa comenzamos el trabajo que culminaríamos al día siguiente.

Durante todos estos días recordamos todo lo que habíamos vivido y concordamos en que hace mucho tiempo no pasabamos el tiempo así, compartiendo los estreses universitarios. "Que tal si estudiamos juntas para los finales y nos quedamos en alguna casa", comentó Mar.

¡Claro!...la otra semana nos esperan cosas parecidas, pero juntas todo se ve desde una óptica distinta y hasta estudiar es un buen pretexto para compartir, aunque peliemos por la ducha y le tenga miedo a Queen.

María Bola

Aunque estaba cansada, Vale y yo decidimos ir a ver "María Bola". Al pasar por su oficina me recibió con un gran abrazo, sabía que había sido una semana difícil y me avisó que iríamos con Alberto.

La puesta en escena estuvo divertida, pero minutos antes de que ésta culminara ya habíamos decidido nuestra siguiente parada. Llegamos en busca de nuestra cena, la cual tenía la cuota de grasa acostumbrada .

Todavía tnego sueño, pero creo que después de todo esta no fue una mala semana, solo una semana llena de retos, algunos no lo cumplí, pero es precisamente en momentos como estos cuando te rodeas de la gente que quieres y te das cuenta quienes están contigo.

Gracias Isa , Mar y Clau por hacer de la antes titulada "Semana Maldita", algo más llevadero y por demostrar que aunque el tiempo no se paraliza, seguimos ahí, esperando a que se repitan más seguido momentos como los que pasamos.

Big sis, definitivamente tu apoyo me ayudó a seguir avanzando, y hasta el conectarte a las 6 am para ver como estaba el día del desvelo me demuestra que contamos la una con la otra. Además, a pesar de todo, logramos nuestra parada favorita a la salida del Satchmo.

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sábado, junio 03, 2006

No es una novela mexicana

Todos hemos pasado por un momento como el que estoy pasando, así me han dicho algunos amigos para animarme. Lo cierto es que no han sido buenos dias y lo peor es no encontrar respuestas, no tener un porqué y no saber si será pasajero.

Pero siempre hay un lado positivo en todo lo que pase y estos días también lo tienen, auqne no me haya ido bien en el trabajo, ni en los estudios, ni en mi casa, igual tuve momentos en que sonreí demasiado y la pasé muy bien.

Porque no pretendo hacer de este un post trágico ni volverme una dramática como dicen por ahí jejeje sino escribirlo como un testimonio de que yo también pasé por lo mismo y gracias a Dios tuve el cariño de la gente que quiero como el mejor remedio para esos días. Gracias big sis eres un éxito mundial!

También sentí la distancia de otros amigos, y vi como a paso lento, o tal vez veloz,los estoy perdiendo,así me dì cuenta que estoy a tiempo de recuperarlos. Yo no soy Bayly ni pretendo hacer un libro titulado "Los amigos que perdí", simplemente porque no los quiero perder.

Gracias también a los gringos de The Ocean Blue por que su música fue el mejor fondo para tomar unas chelas...y luego un ron y luego un salchipapa y luego más ron jajajajaja.

Y cuando acabó la semana me di cuenta que todos podemos vivir con eso, con una cuota de soledad, otra cuota de dudas y un poquito de miedo, el detalle es lograr que estos ingredientes sean cada vez menos y además de sobre llevarlos, aprender de ellos y buscarles el lado positivo.

Lo que viene: seguir remando, porque los momentos de la vida en que uno es feliz tapan todos los demás huecos y se convierten en la mejor gasolina para avanzar y los amigos que uno encuentra en el camino son la mejor compañía para que la soledd se esfume o sea imperceptible.

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