La Gringa!!!!

Algo de mí al descubierto

lunes, noviembre 12, 2007

El príncipe de mi cuento de hadas






“No conseguimos aislarnos del resto de este mundo, donde los humanos cambian los
sueños por aire”

"Y con su mirada de cualquier tormenta soy capaz de hacer un cielo azul. ¿Se lo dices tù?




Una vez hace algunos meses tuve un pequeño sueño: Ver a mi chato de cerca. No pude cumplirlo. Comencé a descubrir que en el mundo, como en los cuentos de hadas, no siempre se consigue lo que uno quiere.
En esa ocasión, terminé mi historia a mi manera. Me alejé, recurrí a mi ángel guardián para salvarme y ella, como pudo, compró mi entrada para que yo, lograra mi sueño y me regaló una noche mágica. Mi corazón se salía del cuerpo, pero sus latidos se confundían con las lágrimas producto de aquella tristeza por creer que las cosas nunca salen como en los cuentos.
Los meses pasaron, me quedaron mis discos en mi mesa de noche, acompañándome. Hasta que un día, un cable de EFE me devolvió la alegría y algo me dijo que, como en los cuentos de hadas, siempre hay un final feliz por más manzanas envenenadas que tenga la historia.
Claro que, para ser sinceros, no esperaba que el final sea demasiado feliz como lo fue. En realidad es difícil describir mi sensación con palabras. Habría que preguntarles a quienes vieron mi cara en esos segundos eternos.
Eso segundos en los que el me sonrió, apoyó su mano sobre la mía y entablamos un corto pero feliz diálogo. Cabe Resaltar que èl ya se iba, yo lo llamé
V: Alejandro y él se acercó a mi oído para escuchar mi pregunta porque la bulla le impedía oír (gracias a los fans por hacer bulla, les debo la susurrada al oído)
V: ¿Harás dúos con los chicos de Voces?
A: Si, habrá dúos
V: ¿Con quiénes?
A: Mmmm, ¿te lo digo?
V: Sí, dime.
A: ¿Te lo digo?
V: Si dime
A: No, mejor que sea sorpresa (colocando su mano en mi mejilla derecha a manera de despedida).
Seguido ese proceso, Elena corrió a abrazarme de manera efusiva. Mi cara lo decía todo. Ella conoce lo que eso significa para mí. Jandi también lo sabe, pero ella es menos efusiva. Creo que con mi eterna sonrisa les agradecí a las dos haber estado ahí en ese momento tan importante. Y entendí que, como en los cuentos, en la vida real también hay hadas madrinas.

"Como un pacto sin firmar, yo no espero más de ti y tú de mi no esperas
màs"