La Gringa!!!!

Algo de mí al descubierto

domingo, marzo 11, 2007

Crónica de un concierto deseado






"Tengo pomada pa todos los dolores, remedio para toda clase de erorres también receta para desilusiòn"
Alejandro Sanz. No es lo mismo




"Porque hay estrellas que brillan
pero no se ven?
Y existe gente que nunca llego a conocer
aunque los pueda ver
son los azules heridos del amanecer
se desprenden del cielo, arañandome,...
arañandote arañandote
Hay un universo de pequeñas cosas
que solo se despiertan cuando tu las nombras
Todo lo que es bello esta esperando tu mirada
tengo una caricia que sin ti se me derrama
Hay un universo hecho de pequeñas cosas
que vuelan sobre tu cabeza si las soplas
Hay atardeceres que no acaban de ponerse."
Alejandro Sanz - Hay un universo de pequeñas cosas

Desde las 7 de la noche ya me encontraba en el Monumental. Era un día muy esperado, deseado, pedido...hasta rogado, querido desde que leí en el periòdico Ojo que mi chato comenzarìa su gira en Perú. Sì, su primera cita era conmigo y no le podía fallar.

Su tren se estacionaría en Lima y yo estaba dispueta a ser parte de ese viaje a como de lugar, a pesar de todos aquellos quienes no me consideran una verdadera fan y que creen que yo "soy fan de todo, no importa de qué" o soy la fan "cuyuntural". No es cierto, querer al chato no es ser fan, es un arte que solo cultivan las almas sensibles.

Lo cierto es que mi relación con Ale es larga, con alejamientos. Sus primeros discos tienen su esencia, durante los ùltimos le perdí el gusto, el cual recuperé cuando llegó a mis manos una copia de "El tren de los Momentos", disco que, junto con "Más" me parece de los mejores, salvo un par de temas que parecen desentonar o no ser parte del mismo tren.

Esperé más de un mes o dos por ese concierto, aún con el temor de no poder ir por cuestiones económicas. Al final la vida estuvo de mi lado, (y mi madre también jeje) y con entrada en mano, fila 11, asiento 64 de vip lateral, mi noche estaba lista.

Era mi noche , sólo mía y de mi chato. No necesitaba a nadie más. Era una cita, sin violines ni chaperones. Solos él y yo y aunque un montón de almas nos rodeaban, estas se perdían en el espacio y se volvían invisibles a mis ojos, que solo contemplaban su figura y oían su música mientras parecía que el tiempo no transcurría y que el mundo ya no daba vueltas.

"Por el puente de la esperanza, buscaba un rinconcito para la risa".
Alejandro Sanz- Regálame la silla donde te esperé


La noche anterior todos mis amigos habìan ido al concierto, todos habìan estado ahì y yo fui la gran ausente de la noche por circunstancias de la vida. No habìa sido un buen día, pero
yo estaba dispuesta a que sea una buena noche. No le iba a fallar, no después de tanto querer estar ahì. Si con tan solo querer lo hubiera podido alcanzar, hubiera estado a su lado.

A las 8 y 45 en punto, luego de oìr varias canciones con la palabra tren las luces se apagaron y comenzo a sonar "El tren de los momentos". Alejandro nos invitaba a ser parte de su viaje y yo tenìa un boleto.

Lamentablemente aunque estaba encima de la silla, solo lo pude ver por la pantallita, pero mis 10 de miopìa no impidieron que sea feliz y que a travès de la pantalla dibuje cada uno de sus movimientos y sonrisas y grabe algunas de las palabras.

"Quisiera ser limeño" dijo mi pequeño...le cumplirìa su deseo en realidad, pero ese es otro tema.

Tuve momentos de euforia en temas como el mix de sus èxitos "La fuerza del corazòn", "Corazòn partìo" y "Amiga mìa", momentos de emociòn en mis temas favoritos de su ùltimo disco como "Se lo dices tú", "En la planta de tus pies", "Donde convegemos" y "A la primera persona, derrame làgrimas en "Lo ves" y en "No es lo mismo" tema que marcó la despedida del show

Comentario aparte la chica peruana que cantò en esta ocasiòn con el chato: posera a más no poder, figureti, se creìa la dueña del escenario. Y no quiero que esto suene a envidia, pero la del concierto anterior, según los comentarios, supo desenvolverse a la altura de las circunstancias.

No habìa sido un buen dìa para mì, pero el chato supo arrancarme una sonrisa infinita del rostro, supo hacerme felizz a la distancia , conectarse conmigo a miles de asientos y decirme sin palabras que yo tenìa que estar ahì y que no habìa fallado al decidir ir, como sea.

Como diría la pelìcula de Will Smith, "En busca de la felicidad", que la vida está compuesta por momentos, hay momentos de felicidad en los que uno dice "por momentos así es que vale la pena vivir y disfrutar de la vida", y mi Ale me regalò uno. Yo que he ido a varios conciertos en los últimos dos años, puedo decir que ninguno me hizo más feliz que éste. Ninguno.

¿Más emoción?...me la guardo. "Hay cosas que el dinero no puede comprar... (ahora mi lista de esas cosas es más extensa:confianza, cariño, respeto, amistad, calidez, sonrisas y más) para todo lo demás está el vil metal (si el vil metal que me dejó ver a mi chato, por ende a veces no es tan vil jaja)" .
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Nota: Ni mis bolsillos ni mi cámara me hubieran permitido tomar una foto como la que ilustra este post. Por tanto tengo que agradecer a Gaby ( y asu billetera) que me permitió tener una fotografía tomada desde Platinium.Gracias...

Nota 2: Pero el chato es el chato desde donde sea que se le mire...

Nota 3: Grande Má. Como siempre este post y esa noche te la debo. Te debo mis sonrisas, mis lágrimas y mis momentos felices, como este.

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