Carta para ti

"Cuando el tiempo pasa y nos hacemos viejos nos
empieza a parecer

que pesan màs los daños que los mismos años al
final"

NADA VALGO SIN TU AMOR-JUANES

Esta es una carta para tì. No diré tu nombre ni se si la leerás, pero estoy segura de que si lo haces sabrás que está dirigida a ti.
Me hubiera gustado poder decirte todo esto en la cara, pero estoy segura de que no podré hacerlo y lo único que quiero al escribirlo y permitir de esa manera que todos lo lean es desahogarme.
Esta carta no tiene ninguna función, cuando termine de escribirla seguiré sin entender porque reaccionas así, porque cada dìa me doy cuenta de lo equivocada que estaba contigo.
Lo primero que quiero decirte, y que siempre te lo decía al igual que tú me lo decías a mi, era que te quería mucho. Hasta hace algunos días hubiera dicho te quiero mucho, pero ya no puedo. No soy mentirosa, siempre te lo dije.
Cada día desde que me fui dando cuenta de las cosas intentaba engañarme. Quería seguir pensando lo que al inicio y quería que sigas siendo parte de la gente por la que doy todo.
Te admiaba tanto, casi casi te pongo en un altar “cuando pasen los años quiero ser así”, siempre me repetía. Ahora solo me da miedo pensar que los años pueden cambiar a las personas y una de las cosas por las que rezo todos los días es por mantener siempre el corazón, el alma, la sensibilidad y la capacidad de respetar en su sitio. Esas son cualidades que no deben morir con los años.
Quiero aclararte que todo lo que pensaba y sentía por ti era realmente sincero, a pesar de que mucha gente me advertía a diario que tuviera cuidado y que no abriera m corazón así de rápido y fácil contigo. Ahora todos se jactan diciendo “te lo dije”.
Antes yo les respondía que estaban equivocados, ahora solo prefiero callar.
¿Me has hecho llorar, lo sabes? Y no tengo reparos en confesarlo. Supiste desenvainar tu espada y clavarla en el lugar preciso. Supiste hacerlo en el momento preciso, no antes, ni después. Lloré hasta secarme e ilusamente al despertar intenté pensar que todo era un mal sueño, pero con los días me fui dando cuenta de todo.
Porque eso si te quiero aclarar algo. Todo esto ha pasado poco a poco, nadie me ha engañado. Todas las personas me dieron esos mensajes que me negaba a escuchar por miedo a verme engañada y confirmé que eran ciertos.
Aún quiero agradecerte, porque al final del camino la lección más grande que me diste es a aprender a no confiar en todas las personas y comprender que no serás la primera ni la última persona en fallarme.
Pero eso si, si aún me escuchas como lo hacías antes, cuando conversábamos y me hacías sentir que me querías, cuando aún te animabas a escribírmelo por correo o por msn, cuando te creía aquel ángel caído del cielo, acepta un consejo como los muchos que nos dábamos durante el camino.
Cuando los años pasen y los reconocimientos logrados pierdan el sentido, lo único que nos quedará es el cariño que cosechamos de la gente que se cruzó en nuestro camino. Esa será la mejor vitamina para seguir andando. No la tires al water y jales la cadena antes de tiempo, no la desperdicies porque no hay mejor regalo que una sonrisa. Eso es mejor regalo que un carro último modelo o que un viaje de vacaciones. Recuerda que “Hay cosas que el dinero no puede comprar”.
No lo hagas porque te lo digo yo, total. Yo ya pasé por el desague, a mi ya me jalaste la cadena hace rato y no se si pueda regresar. Ojalà algún día pueda. Hazlo por esas personitas a las que tanto quieres y que casi casi tienen mi edad. Porque se cruzarán en el camino con muchas personas así como yo me crucé contigo.
Y algo más…de mi di lo que quieras, ya nada me sorprende, pero no toques a la gente que quiero, sobretodo si nada te han hecho.
Recuerda que las verdaderas sonrisas te las ganas cuando tienes la conciencia tranquila y cuando puedes mirar a los ojos a la gente como prueba de tu sinceridad. Me pregunto si me mirarás a los ojos la próxima vez que nos crucemos que seguro será pronto y me pregunto si te podré recibir con esa sonrisa con la que yo te recibía siempre…